Cuando decidimos tener a una persona en casa prestando un servicio como el de limpieza o el de atención a personas mayores, debemos estar bien informados de las condiciones que debe cumplir a nivel laboral y de los riesgos en los que podemos estar incurriendo.
Para empezar, todo trabajador debería cotizar a la Seguridad Social, ni que fuese por trabajar una sola hora al mes.
Hay distintos regímenes de la Seguridad Social válidos al efecto:
- El Régimen General: utilizado por una empresa para tener en su plantilla a un trabajador. La categoría laboral la determinará el convenio laboral del sector.
- El Régimen de Autónomos: la que permite al trabajador extender una factura por los servicios realizados y presentarla tanto directamente a un particular (la familia beneficiaria de sus servicios) como a una empresa.
- El Régimen Especial de Empleados de Hogar: el que permite a un particular contratar directamente a una persona física para que trabaje en su domicilio. La categoría laboral es única y no hay convenio laboral alguno que regule la actividad sino reales decretos.